¿Qué es el leasing?
Publicado el 14 de agosto, 2025
9 min
El leasing es un contrato de alquiler con opción a compra mediante el cual una entidad financiera adquiere un bien y lo cede a una empresa o autónomo a cambio de cuotas periódicas. Se utiliza principalmente para financiar vehículos, maquinaria o inmuebles sin necesidad de un gran desembolso inicial. Está regulado por el Código de Comercio, la Ley del Impuesto de Sociedades y la Ley del IVA, entre otras normas. Ofrece ventajas fiscales y de liquidez, aunque conlleva costes financieros y compromisos de permanencia. Es una herramienta clave para quienes buscan crecer sin descapitalizarse.
En el entorno económico actual, marcado por la necesidad de optimizar recursos y acceder a tecnología y activos sin descapitalizarse, el leasing se ha consolidado como una de las fórmulas de financiación más utilizadas por empresas y autónomos. Este artículo explica en detalle qué es el leasing, cómo funciona, qué modalidades existen, qué normas lo regulan en España y cuáles son sus principales ventajas e inconvenientes. Además, se incluyen ejemplos prácticos y un repaso a su fiscalidad, lo que lo convierte en una guía completa y actualizada para entender esta herramienta financiera.
Conocer a fondo el leasing es clave para tomar decisiones estratégicas en materia de inversión y financiación. El contenido de este post permite valorar para qué sirve el leasing en cada situación concreta y comparar sus beneficios frente a otras alternativas como el renting. También nos anticipamos a sus posibles desventajas. De este modo, autónomos y empresas pueden identificar si esta fórmula se adapta a sus necesidades, aprovechar las ventajas fiscales del leasing y gestionar de manera más eficiente su liquidez y su crecimiento.
¿Qué es el leasing?
El leasing, también se le conoce como arrendamiento financiero. Se trata de un contrato mercantil mediante el cual una entidad financiera adquiere un bien y lo pone a disposición de un cliente o arrendatario. A cambio, este ha de pagar un número determinado de cuotas periódicas. Por otra parte, al finalizar el contrato, el arrendatario tiene la opción de adquirir el bien por un precio previamente acordado y que se denomina valor residual.
Marco normativo
Algunas de las normas más importantes para el leasing son las siguientes:
- Código de Comercio y Código Civil: El Código de Comercio establece las bases generales para los contratos mercantiles e incluye el leasing. Por su parte, el Código Civil regula aspectos contractuales, como la formación y efectos de los contratos. Son aplicables al leasing cuando no existe una normativa específica que disponga lo contrario.
- Ley 27/2014, de 27 de noviembre, del Impuesto sobre Sociedades: Esta ley establece el régimen fiscal aplicable a las empresas e incluye las deducciones por amortización de activos. En el caso del leasing, las cuotas de arrendamiento se consideran gasto deducible y la amortización del bien se realiza conforme a las tablas establecidas en la ley. Esto permite a las empresas reducir su base imponible y, por ende, su carga tributaria.
- Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido: El leasing está sujeto al IVA y esta ley establece las condiciones para su aplicación. En operaciones de leasing, el IVA se aplica sobre las cuotas de arrendamiento. Además, en caso de que el arrendatario ejerza la opción de compra, también se aplica sobre el valor residual del bien. Es importante destacar que, para poder deducir el IVA soportado, el bien debe ser utilizado exclusivamente en la actividad económica del arrendatario.
- Directiva 2008/48/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de abril de 2008, relativa a los contratos de crédito al consumo: Aunque esta directiva se centra en los contratos de crédito al consumo, establece principios que también son aplicables al leasing, especialmente cuando se destina a consumidores finales. La directiva exige transparencia en la información proporcionada al consumidor, incluyendo el coste total del crédito, la tasa anual equivalente (TAE) y las condiciones del contrato.
- Normativa autonómica y sectorial: Además de la legislación nacional y europea, existen normativas autonómicas y sectoriales que pueden influir en el leasing. Por ejemplo, en el ámbito de la movilidad eléctrica, el Real Decreto-ley 3/2025, de 1 de abril, establece el programa de incentivos ligados a la movilidad eléctrica (MOVES III) para el año 2025. Puede incluir ayudas para la adquisición de vehículos mediante leasing. Asimismo, algunas comunidades autónomas han implementado programas específicos que afectan a la financiación de vehículos eléctricos mediante leasing.
Modalidades de leasing
Vemos los más relevantes.
Leasing financiero
Es el más común y el que normalmente se asocia con la palabra leasing.
- El arrendatario tiene la opción de compra al final del contrato por un valor residual previamente acordado.
- Las cuotas se contabilizan como gasto deducible y el arrendatario asume riesgos y beneficios del bien durante la vigencia del contrato.
- Adecuado para empresas que quieren una eventual propiedad del activo.
Leasing operativo
Es otro de los más utilizados. Tiene las siguientes características:
- No suele incluir opción de compra, aunque algunos contratos permiten renovaciones o rescisión anticipada.
- Es más flexible y de corto a medio plazo.
- El arrendador mantiene la propiedad del activo y asume la mayoría de riesgos relacionados con su obsolescencia o mantenimiento.
- Es muy usado para vehículos y equipos tecnológicos que se renuevan con frecuencia.
Leasing de bienes muebles e inmuebles
Incluye los siguientes activos:
- Muebles: vehículos, maquinaria, equipos informáticos.
- Inmuebles: naves industriales, oficinas, locales comerciales.
- El leasing inmobiliario suele tener plazos más largos, a partir de 10 años. Por otro lado, requiere seguros y avales específicos.
Leasing internacional o cross-border
Se caracteriza por:
- Permite financiar activos en otro país, útil para empresas multinacionales.
- Puede incluir ajustes por el tipo de cambio, impuestos internacionales y regulaciones locales del país donde se ubica el bien.
Sale and leaseback
Una empresa vende un activo que ya posee a una entidad financiera y lo arrienda inmediatamente mediante leasing.
- Permite liberar liquidez y continuar utilizando el activo sin interrupciones.
- Combina financiación y gestión de capital.
Otros tipos de leasing
Otras variantes que puedes encontrar son:
- Leasing tecnológico: equipos informáticos y software.
- Leasing de transporte: flotas de vehículos, barcos o aviones.
- Leasing de energía o renovables: paneles solares, turbinas eólicas, etc.
Ejemplo de contrato de leasing
Imaginemos que una empresa necesita una furgoneta para su actividad comercial. Opta por un contrato de leasing financiero con una duración de 5 años y un valor residual del 10% del precio del vehículo. Durante esos 5 años, la empresa paga cuotas mensuales que cubren el uso del vehículo. Al finalizar el contrato, tiene la opción de adquirir la furgoneta por el valor residual acordado.
Ventajas del leasing
Hablamos de las más relevantes.
Financiación al 100 %
El leasing permite a empresas y autónomos adquirir o utilizar un bien sin necesidad de desembolsar la totalidad de su valor. Esto significa que, desde el primer momento, se puede acceder a vehículos, maquinaria o equipos tecnológicos que serían costosos de comprar directamente. Por ejemplo, una empresa de transporte puede utilizar un contrato de leasing para incorporar una flota completa de camiones sin comprometer grandes cantidades de capital.
Ventajas fiscales del leasing
Una de las mayores ventajas del leasing son sus beneficios fiscales. Las cuotas periódicas del leasing son deducibles como gasto en el impuesto de sociedades, ya que reduce la base imponible de la empresa. Además, en el caso del leasing financiero, los intereses de las cuotas pueden deducirse como gasto financiero y generar un ahorro fiscal adicional. En la práctica, esto significa que una empresa puede mejorar su flujo de caja y al mismo tiempo optimizar su carga impositiva.
Amortización acelerada
El leasing permite aplicar un régimen de amortización acelerada de los bienes, especialmente útil para activos que se deprecian rápidamente. Esto implica que la empresa puede deducir fiscalmente un porcentaje mayor del valor del bien durante los primeros años. Así, optimiza la rentabilidad del activo y ajusta la contabilidad a su uso real en la actividad económica.
Conservación de liquidez
Al no requerir un desembolso inicial elevado, el leasing ayuda a mantener la liquidez de la empresa. Esto permite que los recursos se destinen a otras áreas estratégicas, como innovación, marketing o expansión comercial. Por otra parte, la liquidez preservada también sirve como colchón financiero frente a imprevistos. Es una ventaja fundamental para empresas pequeñas o medianas que necesitan flexibilidad para adaptarse a cambios del mercado.
Flexibilidad y renovación tecnológica
Otra ventaja importante es la facilidad para actualizar equipos o vehículos. Muchas empresas utilizan contratos de leasing para renovar su parque tecnológico o flotas de vehículos periódicamente. De esta forma, evitan quedarse con activos obsoletos. Esto es especialmente relevante en sectores donde la innovación tecnológica es rápida, como la informática, la construcción o el transporte.
Desventajas del leasing
Las más significativas son las siguientes.
Mayor coste financiero
El leasing suele ser más caro que un préstamo bancario tradicional. Las entidades aplican intereses y comisiones que incrementan el coste total del bien. Además, al no existir un pago inicial fuerte como en la compra, se financia prácticamente el 100% del valor del activo. Lógicamente, eso implica que la carga financiera acumulada sea mayor. En la práctica, un vehículo adquirido por leasing cuesta más que su precio de mercado si sumamos todas las cuotas más el valor residual.
Obligación de permanencia y compra condicionada
En el leasing financiero, la duración mínima legal es de 2 años para bienes muebles y 10 años para bienes inmuebles. En consecuencia, limita la flexibilidad de las empresas que necesiten cambiar antes de equipo o instalaciones.
Aunque no existe obligación absoluta de comprar el bien al final, en muchos casos, las condiciones del contrato están diseñadas para que el arrendatario se vea incentivado o forzado a ejercer la opción de compra. Y es que devolver el bien puede implicar una importante pérdida económica. Sin embargo, si el activo pierde valor de mercado rápidamente, la opción de compra (valor residual) puede resultar poco ventajosa.
Responsabilidad del bien y riesgos asumidos
En el leasing, especialmente en el financiero, el arrendatario asume desde el primer día la responsabilidad sobre el bien. Esto significa que debe cubrir:
- Seguros obligatorios.
- Mantenimiento y reparaciones.
- Daños o pérdidas, incluso si el bien queda obsoleto tecnológicamente.
Si el activo sufre un deterioro acelerado, la empresa seguirá pagando las cuotas aunque ya no obtenga la misma rentabilidad del bien. Piensa en un equipo informático, un activo que queda desfasado en pocos años.
Menor flexibilidad frente al renting
A diferencia del renting, que permite devolver el bien sin más obligaciones y suele incluir servicios como mantenimiento, revisiones o seguros, el leasing exige mayor compromiso. Además, genera más costes ocultos asociados al uso del activo.
Por tanto, para empresas que priorizan la agilidad o la renovación constante de equipos, el leasing puede resultar demasiado rígido.
Impacto fiscal y contable limitado
Aunque existen ventajas fiscales del leasing, no todas las empresas o autónomos pueden aprovecharlas plenamente. En algunos casos, los beneficios fiscales no compensan el mayor coste financiero.
Además, desde el punto de vista contable, el leasing financiero se registra como deuda. En consecuencia, puede afectar a la capacidad de la empresa para acceder a nueva financiación o deteriorar su ratio de solvencia.
El leasing se presenta como una alternativa de financiación muy útil para acceder a bienes productivos sin necesidad de grandes desembolsos iniciales. Además, posee beneficios fiscales interesantes y opciones que se adaptan a distintos perfiles de empresa y autónomo. Sin embargo, también implica compromisos y riesgos que deben valorarse con detalle antes de firmar un contrato. Para tomar la mejor decisión resulta clave contar con una buena planificación financiera y una gestión clara de gastos e impuestos. En este sentido, herramientas como Contasimple pueden ser de gran ayuda. Y es que permiten llevar un control exhaustivo de las cuotas, calcular la deducibilidad fiscal y mantener la contabilidad al día. De esta forma, te aseguras de que el leasing se convierta en un recurso realmente ventajoso para el negocio.