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¿Qué es el coworking?

Publicado el 3 de junio, 2020

6 min

El coworking es un modelo de trabajo flexible donde profesionales, emprendedores y empresas comparten oficinas equipadas con todos los servicios necesarios. Nació como respuesta a la necesidad de reducir costes y fomentar la colaboración, y se ha consolidado en ciudades de todo el mundo. Estos espacios pueden usarse en cualquier momento según la necesidad del usuario, ya sea a diario o con planes más largos. Su importancia radica en que ofrece una solución práctica y accesible para trabajar de forma productiva, generar contactos y adaptarse a las nuevas formas de empleo.

El mundo laboral está en plena transformación y cada vez más profesionales buscan alternativas que se adapten a sus necesidades de flexibilidad, ahorro y conexión con otros. En este contexto, el coworking se ha consolidado como una de las opciones más atractivas tanto para autónomos como para pequeñas empresas y grandes corporaciones que apuestan por nuevas formas de trabajo. Este artículo te ayudará a entender qué es el coworking, cómo funcionan las oficinas de coworking, sus modalidades y cuáles son las principales ventajas de este modelo.

Conocer a fondo esta tendencia es clave para valorar si se ajusta a tu situación profesional o empresarial. El contenido que encontrarás aquí te servirá para comprender mejor cómo operan estos espacios. También descubrirás por qué el coworking es hoy una herramienta estratégica que impulsa la productividad, fomenta la colaboración y contribuye al bienestar laboral. En un mercado que exige adaptabilidad, este tema resulta fundamental para tomar decisiones acertadas sobre dónde y cómo trabajar.

¿Qué es el coworking?

El coworking es un modelo de trabajo innovador que se basa en compartir recursos y espacios. En lugar de alquilar una oficina privada tradicional, profesionales independientes, emprendedores y pequeñas empresas eligen trabajar en espacios de coworking. Y es que son espacios donde encuentran flexibilidad, comunidad y ahorro de costes.

Sin embargo, al preguntarse qué es el coworking, no solo hablamos de un lugar físico. En realidad, nos referimos también a una filosofía que fomenta la colaboración, la creación de redes de contacto y la generación de sinergias. Este concepto apuesta por oficinas compartidas que reúnen a profesionales de diferentes sectores, lo que abre la puerta a nuevas oportunidades de crecimiento.

¿Cómo funcionan las oficinas de coworking?

El funcionamiento de las oficinas de coworking se basa en un principio sencillo. Consiste en ofrecer un entorno compartido en el que diferentes profesionales pueden desarrollar sus actividades de manera independiente, pero con acceso a recursos comunes. La idea central es que cada usuario paga únicamente por el tiempo o el espacio que necesita, sin comprometerse con contratos largos ni con los gastos fijos que implica una oficina tradicional.

Estas oficinas están diseñadas para ser flexibles y adaptarse a distintos perfiles. Así, es posible que encuentres desde autónomos que requieren un lugar tranquilo unas pocas horas al día, hasta startups que necesitan un espacio estable para su equipo. El coworking se ajusta mediante diferentes tipos de membresías o planes.

Modalidades de coworking

En la práctica, existen dos modalidades principales:

  • Coworking Flex: No hay puestos fijos asignados. El profesional elige un escritorio libre cada vez que llega al centro. Esta opción suele ser más económica y es perfecta para quienes trabajan en el espacio de forma ocasional o valoran cambiar de entorno con frecuencia.
  • Coworking Fix: Consiste en tener un escritorio personal reservado de manera permanente. Ofrece mayor estabilidad, la posibilidad de dejar material de trabajo en el lugar y un entorno más constante.

¿Cómo se organiza el espacio?

Más allá de estas modalidades, muchas oficinas de coworking organizan el espacio en distintas áreas. Así, por ejemplo, suele haber zonas abiertas con escritorios compartidos, despachos privados para reuniones confidenciales, cabinas para videollamadas y áreas comunes destinadas a la interacción social o al descanso.

Otro aspecto importante es la provisión de servicios integrados. El alquiler incluye casi siempre internet de alta velocidad, limpieza, mobiliario ergonómico y acceso a salas de reunión. Además, cada vez es más habitual encontrar cafeterías internas, recepcionistas que gestionan correspondencia y llamadas, taquillas seguras, y software de gestión que facilita reservar espacios o eventos.

Ventajas de elegir coworking

El coworking beneficia tanto a autónomos individuales o nómadas digitales, como a las empresas que permitan el trabajo remoto o el híbrido. Te hablamos de algunas de las ventajas más destacadas.

Ahorro económico

El coworking permite reducir gastos, ya que elimina los costes elevados de alquiler, mobiliario, suministros y servicios básicos, como limpieza o mantenimiento. En una oficina tradicional, todos estos elementos implican una inversión inicial importante y gastos mensuales fijos. Por su parte, en un espacio compartido, se incluyen dentro de una tarifa flexible. De esta forma, se convierte en una alternativa mucho más accesible tanto para autónomos como para pequeñas empresas en crecimiento.

Flexibilidad

Uno de los mayores atractivos de los espacios de coworking es la libertad de elegir cómo y cuándo utilizarlos. Y es que los contratos no suelen ser largos ni rígidos. Por el contrario, se adaptan al ritmo de cada profesional. Así, es posible contratar desde un pase diario hasta una membresía mensual o anual. También puedes optar entre un puesto flexible o un escritorio fijo.

Además, muchas oficinas ofrecen la posibilidad de ampliar o reducir el número de puestos de trabajo en función de la evolución de un proyecto o del tamaño del equipo. Esta elasticidad permite que tanto freelancers como empresas encuentren siempre una solución a medida. De este modo, se evitan compromisos innecesarios y se favorece la movilidad.

Networking y colaboración

Al trabajar en oficinas compartidas, los profesionales conviven con personas de distintos sectores y trayectorias, lo que multiplica las oportunidades de colaboración. El simple hecho de compartir un café en la zona común puede dar lugar a contactos valiosos, nuevas ideas o incluso a futuros socios y clientes. Además, muchos centros organizan eventos, charlas o talleres que facilitan aún más la creación de redes de contacto y el aprendizaje continuo. Así, el coworking no solo es un lugar para trabajar, sino también un espacio para crecer profesionalmente.

Experiencia y bienestar

Actualmente, las oficinas de coworking se conciben como entornos pensados para mejorar la calidad de vida laboral. Más allá de ofrecer un escritorio, incorporan zonas de descanso, áreas de ocio, cafeterías y, en algunos casos, programas de bienestar como yoga, meditación o actividades deportivas. También se cuida el diseño de los espacios: iluminación adecuada, mobiliario ergonómico y decoración inspiradora que contribuyen a aumentar la motivación y la productividad. Todo esto convierte al coworking en una experiencia integral que va más allá de trabajar, ya que favorece el equilibrio entre lo profesional y lo personal.

El coworking se ha convertido en mucho más que una alternativa a la oficina tradicional. Se trata de un modelo que aporta flexibilidad, fomenta la colaboración y mejora la experiencia laboral de profesionales y empresas. Apostar por espacios de coworking y oficinas compartidas significa acceder a un entorno adaptado a los nuevos tiempos, con recursos que facilitan tanto el trabajo individual como el colectivo. Y para aprovechar al máximo esta forma de trabajar, contar con herramientas de gestión es fundamental. Plataformas como Contasimple ayudan a simplificar la facturación, la contabilidad y las obligaciones fiscales. De esta forma, permiten a los profesionales centrarse en hacer crecer sus proyectos dentro de un entorno colaborativo y dinámico.

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