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Cooperativa

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Cooperativa: qué es, tipos, funcionamiento y ventajas

Para un emprendedor o pyme, elegir la forma jurídica correcta es una decisión estratégica que define el futuro del negocio. Una cooperativa es una empresa gestionada democráticamente por sus propios socios, donde el poder reside en las personas y no en el capital invertido. Este modelo no solo fomenta un entorno de trabajo más equitativo y estable, sino que también permite acceder a importantes beneficios fiscales, convirtiéndose en una alternativa real y rentable frente a estructuras más tradicionales como la Sociedad Limitada.

Una sociedad cooperativa es mucho más que una simple estructura empresarial. Es un modelo basado en la colaboración, la equidad y la participación directa de sus miembros. Si estás evaluando crear un negocio junto a otros profesionales o buscas una alternativa a las sociedades mercantiles convencionales, entender qué es una cooperativa y cómo funciona es el primer paso para tomar una decisión informada.

En España, este modelo goza de una sólida tradición y un marco legal específico que apoya su desarrollo. Desde las conocidas cooperativas de trabajo asociado hasta las agrarias, su flexibilidad permite adaptarlas a casi cualquier sector. A lo largo de esta guía, desgranaremos todos los aspectos que necesitas conocer: desde sus valores fundamentales hasta sus obligaciones fiscales, para que puedas valorar si es la opción ideal para tu proyecto.

Principios cooperativos: ¿Qué valores definen el ADN de tu futura empresa?

Antes de analizar los aspectos legales o fiscales, es fundamental entender que toda cooperativa se rige por una serie de principios reconocidos internacionalmente. Estos valores no son meras declaraciones de intenciones, sino las reglas de juego que garantizan su funcionamiento democrático y socialmente responsable. Conocerlos te ayudará a comprender si tu visión empresarial encaja con esta filosofía.

Los siete principios cooperativos son:

  1. Adhesión voluntaria y abierta: Cualquier persona que pueda utilizar sus servicios y acepte las responsabilidades de socio puede unirse, sin discriminación.
  2. Gestión democrática por parte de los socios: El principio clave es «un socio, un voto». Las decisiones importantes las toman los cooperativistas en igualdad de condiciones, sin importar el capital que cada uno haya aportado.
  3. Participación económica de los socios: Los socios contribuyen de forma equitativa al capital de la cooperativa. Los excedentes (beneficios) se gestionan democráticamente, pudiendo destinarse a reservas, a la reinversión o al reparto entre los miembros.
  4. Autonomía e independencia: Las cooperativas son organizaciones autónomas gestionadas por sus socios. Si firman acuerdos con otras entidades o buscan capital externo, lo hacen asegurando que el control democrático no se vea comprometido.
  5. Educación, formación e información: Invierten en la formación de sus socios, directivos y empleados para que contribuyan eficazmente al desarrollo de la cooperativa. También informan al público sobre los beneficios del cooperativismo.
  6. Cooperación entre cooperativas: Trabajan juntas a través de estructuras locales, nacionales e internacionales para fortalecer el movimiento cooperativo y servir mejor a sus miembros.
  7. Interés por la comunidad: Centran su actividad en el desarrollo sostenible de sus comunidades, a través de políticas aprobadas por sus socios.

 

Ejemplo práctico: Un grupo de cinco diseñadores gráficos decidieron montar una cooperativa. Al adoptar el principio de «gestión democrática», cada uno tenía un voto para decidir sobre nuevos proyectos o inversiones, aunque uno de ellos había aportado más capital inicial. Esto evitó conflictos de poder y aseguró que la empresa siempre reflejara la visión del equipo completo.

El rol del socio cooperativista: ¿Qué derechos y obligaciones clave asumes?

Convertirse en socio de una cooperativa implica un compromiso que va más allá de una simple inversión. Asumes un doble rol: eres propietario y, a menudo, también trabajador o usuario de los servicios. Este estatus te confiere una serie de derechos y obligaciones que están regulados tanto por la Ley de Cooperativas como por los estatutos de tu propia empresa cooperativa.

Derechos fundamentales del socio:

  • Participar en la toma de decisiones: El derecho a voz y voto en la Asamblea General es la piedra angular del modelo.
  • Recibir información: Tienes derecho a acceder a la documentación económica y social de la cooperativa para tomar decisiones informadas.
  • Percibir el retorno cooperativo: Si hay excedentes, tienes derecho a recibir la parte que te corresponda según tu actividad en la cooperativa.
  • Formación: Derecho a participar en los programas de formación que organice la entidad.
  • Baja voluntaria: Puedes darte de baja de la cooperativa siguiendo los procedimientos establecidos en los estatutos.

Obligaciones principales del socio:

  • Aportar al capital social: Debes desembolsar las aportaciones económicas (obligatorias y voluntarias) pactadas en los estatutos.
  • Participar en la actividad cooperativizada: Tu implicación es necesaria. En una cooperativa de trabajo, esto significa aportar tu trabajo; en una de consumo, realizar consumiciones.
  • Cumplir los estatutos y acuerdos: Estás obligado a acatar las decisiones tomadas democráticamente por los órganos de gobierno.
  • No realizar actividades competidoras: Salvo que tengas autorización expresa, no puedes desarrollar actividades que compitan directamente con las de la cooperativa.
  • Compromiso Dual: Como socio, eres a la vez inversor, gestor y beneficiario.
  • Reglas Claras: Los estatutos son tu contrato con la cooperativa y definen tus derechos y deberes.
  • Participación activa: El éxito del modelo depende de la implicación real de todos los cooperativistas.

 

Ejemplo práctico: Ana, socia de una cooperativa agraria, ejerció su derecho a la información para revisar las cuentas anuales antes de la Asamblea. Gracias a su análisis, propuso un ajuste en la distribución de los retornos que fue aprobado, beneficiando a todos los socios de manera más justa según su producción.

Órganos de gobierno: ¿Quién toma realmente las decisiones en una sociedad cooperativa?

A diferencia de las sociedades mercantiles, donde el poder se concentra en un administrador o un consejo de administración elegido por el capital, la estructura de poder de una cooperativa está diseñada para ser democrática y participativa. El cómo funciona una cooperativa a nivel de gestión se basa en tres órganos principales.

  1. La Asamblea General: Es el órgano supremo de decisión. Está formada por todos los socios de la cooperativa, donde cada uno tiene un voto. Se reúne de forma ordinaria al menos una vez al año para aprobar las cuentas, decidir sobre el reparto de excedentes y nombrar a los miembros de los otros órganos. Las decisiones estratégicas más importantes (modificación de estatutos, fusiones, disolución) se toman aquí.
  2. El Consejo Rector: Es el órgano de gobierno, gestión y representación de la cooperativa. Sería el equivalente al consejo de administración en una S.L. Sus miembros son elegidos y revocados por la Asamblea General. Se encargan de la gestión del día a día, ejecutan los acuerdos de la Asamblea y supervisan el funcionamiento de la empresa, siempre dentro del marco de los estatutos y la ley.
  3. Los Interventores (o Auditores de Cuentas): Su función es fiscalizar la gestión económica. Son elegidos por la Asamblea General y su principal tarea es revisar las cuentas anuales antes de que estas se presenten a la Asamblea para su aprobación. Actúan como un mecanismo de control interno, garantizando la transparencia y la buena gestión de los recursos frente al resto de socios.

 

Ejemplo práctico: En una cooperativa social dedicada a la inserción laboral, el Consejo Rector propuso invertir los excedentes en un nuevo local. Sin embargo, en la Asamblea General, los socios votaron por destinar una parte de esos fondos a un programa de formación intensiva, demostrando cómo las decisiones estratégicas finales recaen siempre en el conjunto de los cooperativistas.

El capital social en una cooperativa: ¿Cómo se financia un proyecto común y democrático?

La financiación es un aspecto clave en cualquier empresa, y las cooperativas tienen un modelo particular. El capital social no es un fin en sí mismo para generar poder, sino un medio para poner en marcha y sostener el proyecto colectivo. Se compone de las aportaciones de los socios, que pueden ser de diferentes tipos.

Aportaciones Obligatorias: Son la base del capital social. Los estatutos de una cooperativa fijan la aportación obligatoria mínima que cada socio debe realizar para ingresar o permanecer en ella. Esta cantidad puede ser la misma para todos o variar según criterios objetivos. Es el compromiso financiero fundamental que adquieres al unirte.

Aportaciones Voluntarias: Cualquier socio puede, si lo desea y la Asamblea General lo aprueba, realizar aportaciones voluntarias. Estas aportaciones pueden tener una remuneración (un interés) fijada por los estatutos o la Asamblea, pero nunca otorgan más derechos de voto. Son una vía para que los socios que lo deseen puedan invertir más en el proyecto sin romper el principio democrático.

El capital social mínimo para constituir una cooperativa de primer grado es de 3.000 euros, salvo que los estatutos fijen una cantidad superior. Este capital debe estar totalmente desembolsado desde el inicio.

 

Ejemplo práctico: Al crear una cooperativa de transporte, los socios fundadores fijaron una aportación obligatoria de 4.000 € para cubrir la entrada de los primeros vehículos. Dos años después, para expandir la flota, abrieron una ronda de aportaciones voluntarias remuneradas, permitiendo que los socios que tenían capacidad de ahorro invirtieran más en el crecimiento de su propia empresa.

Régimen fiscal especial: ¿Cómo optimizar el Impuesto sobre Sociedades de tu cooperativa?

Una de las grandes ventajas de las cooperativas reside en su fiscalidad. En España, las cooperativas legalmente constituidas tributan en el Impuesto sobre Sociedades (IS), pero bajo un régimen fiscal especial regulado por la Ley 20/1990. Este régimen premia su función social y su estructura democrática con importantes beneficios.

Para acceder a ellos, la cooperativa debe ser calificada como «protegida» o «especialmente protegida», cumpliendo los requisitos de la ley. La mayoría lo son. Los beneficios más destacados son:

  • Tipo de gravamen reducido: Los resultados cooperativos (los que provienen de la actividad con los socios) tributan a un tipo general del 20% (frente al 25% del régimen general del IS).
  • Bonificaciones en la cuota: Las cooperativas «especialmente protegidas» (como las de trabajo asociado, agrarias o de consumo) disfrutan de una bonificación del 50% sobre la cuota íntegra del impuesto.
  • Libertad de amortización: Pueden amortizar libremente los elementos del activo nuevo que hayan sido adquiridos en los tres años siguientes a su constitución.
  • Exenciones en otros impuestos: Pueden tener exenciones en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITP y AJD) en su constitución y otras operaciones.

Gestionar los impuestos de cooperativas requiere diferenciar entre resultados cooperativos y extracooperativos (los obtenidos de actividades con terceros), ya que estos últimos tributan al tipo general. La contabilidad en cooperativas debe ser precisa para aplicar correctamente estos beneficios.

 

Ejemplo práctico: Una cooperativa de trabajo asociado facturó 200.000 €. 180.000 € provenían de la actividad de sus socios (resultados cooperativos) y 20.000 € de un alquiler a un tercero (extracoperativos). Gracias a su correcta contabilidad, tributaron al 20% sobre los 180.000 € y aplicaron la bonificación del 50% en la cuota, mientras que los 20.000 € restantes tributaron al 25%, optimizando al máximo su factura fiscal.

¿Cuándo elegir una cooperativa de trabajo asociado? Claves para el éxito del autoempleo colectivo

Dentro de los tipos de cooperativas, la cooperativa de trabajo asociado es una de las opciones más atractivas para emprendedores y profesionales que quieren gestionar su propio trabajo. En este modelo, los socios aportan su trabajo personal para desarrollar una actividad económica en común. Son, a la vez, trabajadores y propietarios.

Esta forma jurídica es ideal en los siguientes escenarios:

  • Grupos de autónomos: Profesionales que colaboran habitualmente (consultores, desarrolladores, arquitectos) pueden unirse para acceder a proyectos más grandes, compartir gastos y mejorar su protección social.
  • Sucesión de empresas: Trabajadores que se unen para adquirir la empresa en la que trabajan, especialmente en casos de jubilación del propietario sin relevo familiar.
  • Nuevos proyectos empresariales: Emprendedores que inician un negocio desde cero y valoran la toma de decisiones horizontal y un reparto de beneficios basado en el trabajo y no en el capital.

La principal ventaja para el socio trabajador es que, por lo general, queda encuadrado en el Régimen General de la Seguridad Social, lo que le da acceso a las mismas prestaciones que un trabajador por cuenta ajena (desempleo, incapacidad, etc.), aportando una estabilidad muy superior a la del autónomo.

En resumen:

  • Control sobre tu trabajo: Los socios gestionan la empresa en la que trabajan.
  • Mayor protección social: Acceso a prestaciones como el paro, a diferencia de un autónomo puro.
  • Sinergias profesionales: Ideal para formalizar colaboraciones y acceder a mejores oportunidades de mercado.

 

Ejemplo práctico: Tres traductores freelance solían competir por los mismos clientes. Decidieron fundar una cooperativa de trabajo asociado. Ahora, no solo comparten gastos de oficina y marketing, sino que pueden aceptar proyectos multilingües de gran volumen que antes eran inalcanzables. Además, todos cotizan en el Régimen General, ganando en tranquilidad y derechos sociales.

Ejemplos de éxito en España: ¿Qué lecciones prácticas aprender de Mondragón, Eroski o Consum?

El cooperativismo en España no es un modelo marginal. Algunas de las empresas más grandes y reconocidas del país son cooperativas, lo que demuestra su viabilidad y potencial de crecimiento. Analizar estos casos de éxito ofrece lecciones valiosas.

  • Corporación Mondragón: Es el ejemplo de cooperativa más citado a nivel mundial. No es una sola empresa, sino una federación de cooperativas que abarca industria, finanzas y distribución.
    • Lección práctica: La Inter cooperación y la diversificación son claves para la resiliencia. Mondragón reinvierte sus beneficios en crear nuevas cooperativas y apoya a las que están en dificultades, creando un ecosistema robusto que genera empleo estable.
  • Eroski: Una de las principales empresas de distribución en España, es una cooperativa híbrida de consumo (los socios son los consumidores) y de trabajo (los socios son los trabajadores).
    • Lección práctica: Involucrar al cliente en el modelo de negocio genera una fidelidad inigualable. Los «socios-clientes» no solo compran, sino que participan en las decisiones y se benefician de los resultados, creando una comunidad fuerte en torno a la marca.
  • Consum: Es una de las cooperativas de consumo más grandes de España, con una red de supermercados muy consolidada, especialmente en el arco mediterráneo.
    • Lección práctica: Un enfoque en la calidad y las personas es rentable. Consum destaca por su política de personal (ha sido reconocida como una de las mejores empresas para trabajar) y su compromiso con los productos de proximidad, demostrando que los valores cooperativos pueden ser una ventaja competitiva.
  • Crecimiento Sostenible: Estos gigantes demuestran que el modelo cooperativo puede escalar a nivel nacional e internacional.
  • Ventaja Competitiva: Los valores de participación y comunidad pueden convertirse en un potente diferenciador en el mercado.
  • Resiliencia Económica: El foco en el largo plazo y el empleo estable las hace más resistentes a las crisis económicas.

Ejemplo práctico: Inspirados por el modelo de Eroski, una pequeña cooperativa de productos ecológicos en un pueblo decidió abrir la opción de «socio-consumidor». Los vecinos que se unieron no solo obtenían descuentos, sino que podían votar sobre qué nuevos productos traer a la tienda. En un año, duplicaron sus ventas gracias a la implicación directa de su comunidad.

Conclusión: La cooperativa como motor de un negocio colaborativo y rentable

Optar por una sociedad cooperativa es una decisión estratégica que va más allá de la simple elección de una forma jurídica. Significa apostar por un modelo de negocio donde la democracia, la equidad y la participación son los pilares del crecimiento. El éxito depende de una buena planificación inicial, unos estatutos claros y una gestión rigurosa. Es en este último punto donde la tecnología se convierte en tu mejor aliada, simplificando la complejidad fiscal y contable para que puedas centrarte en lo que realmente importa: tu actividad y el bienestar de tus socios.

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Qué es una cooperativa y cómo funciona?

Una cooperativa es una sociedad formada por personas que se asocian voluntariamente para satisfacer necesidades económicas, sociales o culturales mediante una empresa de propiedad conjunta y gestión democrática. Su principio fundamental es que cada socio tiene un voto, independientemente de su aportación de capital, lo que se conoce como principio democrático. Esto la diferencia radicalmente de sociedades como la SL, donde el poder de decisión depende del número de participaciones. Su funcionamiento diario se rige por unos estatutos internos que regulan los órganos de gobierno (Asamblea, Consejo Rector), el reparto de beneficios y las obligaciones fiscales. En España, la Ley de Cooperativas establece el marco legal para su constitución y actividad. Con un software como Contasimple, las cooperativas pueden simplificar enormemente su contabilidad e impuestos, adaptándose a su régimen especial y asegurando el cumplimiento normativo desde el primer día.

¿Qué tipos de cooperativas existen en España?

En España, las cooperativas se clasifican según su finalidad y el sector en el que operan. Entre los tipos de cooperativas más comunes destacan las cooperativas de trabajo asociado, formadas por trabajadores que gestionan conjuntamente la empresa; las cooperativas agrarias, que agrupan a agricultores para comercializar su producción y adquirir suministros; y las cooperativas de consumo, que ofrecen bienes y servicios a sus socios en condiciones ventajosas. También existen las cooperativas de crédito (cajas rurales), las de vivienda, orientadas a facilitar el acceso a un hogar a sus socios, y las cooperativas sociales, enfocadas en la inserción sociolaboral o la prestación de servicios sociales. Cada tipo tiene requisitos específicos, aunque todas comparten la gestión democrática. Esta clasificación es esencial para que emprendedores y pymes valoren esta forma jurídica como una potente alternativa.

¿Cuáles son los requisitos para formar una cooperativa en España?

Para constituir una cooperativa en España, se necesita un número mínimo de socios, que generalmente es de tres para las cooperativas de primer grado (como las de trabajo asociado). El primer paso es redactar los estatutos sociales, que son las reglas internas de funcionamiento. Estos deben incluir la denominación, el domicilio social, el capital mínimo (que no puede ser inferior a 3.000 euros), y las normas de adhesión y gobierno. Posteriormente, se debe firmar un acta de constitución ante notario e inscribir la sociedad en el Registro de Cooperativas correspondiente. Finalmente, es necesario obtener el CIF en la Agencia Tributaria y dar de alta la actividad. Aunque el proceso tiene varios pasos, está muy estandarizado. Para la gestión posterior, un software como Contasimple simplifica la contabilidad y la presentación de impuestos, facilitando el cumplimiento de todas las obligaciones fiscales desde el primer día.

¿Qué diferencia hay entre una cooperativa y una sociedad limitada (SL)?

La diferencia entre sociedad limitada y cooperativa es fundamental y reside en su filosofía y estructura de poder. En una SL, el poder de decisión y el reparto de beneficios son proporcionales al capital aportado: más participaciones, mayor control e influencia. En cambio, en una cooperativa rige el principio democrático de «un socio, un voto», lo que garantiza la igualdad en las decisiones estratégicas sin importar la inversión de cada miembro. Además, los beneficios en la cooperativa (llamados excedentes) se reparten según la actividad o el trabajo de los socios, no solo según el capital. Finalmente, las cooperativas gozan de un régimen fiscal especial en el Impuesto sobre Sociedades, con tipos impositivos más bajos y bonificaciones. Esta diferencia atrae a emprendedores que priorizan la participación y la equidad.

¿Qué impuestos pagan las cooperativas en España?

Las cooperativas en España tributan principalmente a través del Impuesto sobre Sociedades (IS), pero se benefician de un régimen fiscal especial regulado por la Ley 20/1990. Este régimen otorga ventajas significativas si la cooperativa es calificada como «protegida». Por ejemplo, los resultados cooperativos (los derivados de su actividad principal con socios) tributan a un tipo reducido del 20%. Además, las cooperativas especialmente protegidas, como las de trabajo asociado, pueden obtener una bonificación del 50% en la cuota del impuesto. Aparte del IS, deben cumplir con sus obligaciones de IVA, retenciones de IRPF y presentar los modelos correspondientes a la AEAT, como cualquier otra empresa. La gestión de estos impuestos de cooperativas puede ser compleja, pero Contasimple ofrece un software que automatiza estas tareas, adaptado a sus particularidades, reduciendo errores y garantizando el cumplimiento normativo

¿Qué es una cooperativa de trabajo asociado?

Una cooperativa de trabajo asociado es un tipo de empresa cooperativa formada por personas físicas que, a través de una organización de propiedad conjunta, aportan su trabajo personal para producir bienes o servicios para terceros. En esencia, los socios son a la vez propietarios de la empresa y sus propios trabajadores. Este modelo se rige por el principio democrático «un socio, un voto», otorgando igualdad en la toma de decisiones. Ofrece una mayor autonomía laboral, estabilidad y la posibilidad de acceder a prestaciones sociales del Régimen General de la Seguridad Social, como el desempleo. En España, la Ley de Cooperativas regula estas entidades, que además pueden acceder a importantes beneficios fiscales. Con Contasimple, estas cooperativas pueden simplificar la gestión de su contabilidad e impuestos, reduciendo la carga administrativa y mejorando su eficiencia financiera.

¿Cómo se reparten los beneficios en una cooperativa?

El reparto de beneficios en una cooperativa, conocidos técnicamente como «excedentes», está estrictamente regulado por sus estatutos y por la Ley de Cooperativas para asegurar su sostenibilidad y fin social. Una parte de estos excedentes debe destinarse obligatoriamente a fondos comunes: un mínimo del 20% al Fondo de Reserva Obligatorio (para la consolidación de la empresa) y un 5% al Fondo de Educación y Promoción (para formación y desarrollo comunitario). El resto, llamado «retorno cooperativo», se distribuye entre los socios no en función del capital que aportaron, sino según su participación en la actividad de la cooperativa (trabajo realizado, productos entregados, etc.). Este modelo fomenta la igualdad y la participación activa. Herramientas como Contasimple son clave para llevar un control contable preciso que permita calcular correctamente estos repartos de forma segura y transparente.

¿Qué ventajas y desventajas tiene una cooperativa?

Las ventajas y desventajas de las cooperativas dependen de los objetivos del proyecto. Entre las ventajas de las cooperativas, destacan la gestión democrática («un socio, un voto»), el acceso a un régimen fiscal especial con importantes bonificaciones en el Impuesto sobre Sociedades, y el fomento de la cooperación y la estabilidad laboral para sus socios. Además, son flexibles en la incorporación de nuevos miembros. Sin embargo, también presentan desventajas: el proceso de toma de decisiones puede ser más lento al requerir consenso, el acceso a financiación externa puede ser más complicado que en las sociedades de capital y puede existir menor atractivo para inversores que buscan control a través de su inversión. La elección de este modelo es ideal para proyectos con un fuerte componente social y colectivo. Contasimple ayuda a mitigar la carga administrativa, una de las desventajas operativas, permitiendo a los socios centrarse en su actividad.

¿Qué papel juegan los estatutos en una cooperativa?

Los estatutos de una cooperativa son su documento fundacional y su norma interna más importante; actúan como la constitución de la empresa. En ellos se determina la denominación oficial, el objeto social, el domicilio, el capital social mínimo obligatorio (que no puede ser inferior a 3.000 €), y las normas para la admisión y baja de socios. Además, detallan la estructura y funcionamiento de los órganos de gobierno (Asamblea General, Consejo Rector), las reglas para el reparto de excedentes y los procedimientos de disolución. Su redacción debe cumplir con la Ley de Cooperativas estatal o autonómica y, una vez aprobados, deben inscribirse en el Registro de Cooperativas para que la sociedad adquiera personalidad jurídica. Una redacción clara y completa es fundamental para garantizar un funcionamiento estable y prevenir futuros conflictos internos.

¿Cómo crear una cooperativa en España paso a paso?

Para crear una cooperativa en España, el proceso general es el siguiente: 1) Reunir al número mínimo de socios (tres en la mayoría de los casos). 2) Solicitar el Certificado de Denominación Social en el Registro de Cooperativas. 3) Redactar los estatutos sociales. 4) Celebrar la Asamblea Constituyente y firmar el acta de constitución ante notario. 5) Desembolsar el capital social inicial en una entidad bancaria. 6) Inscribir la sociedad en el Registro de Cooperativas correspondiente. 7) Obtener el CIF definitivo en la Agencia Tributaria y dar de alta la actividad económica. 8) Cumplir con las obligaciones laborales y de Seguridad Social. Aunque puede parecer un proceso complejo, está muy pautado. Una vez constituida, la gestión de la contabilidad en cooperativas se simplifica enormemente con herramientas como Contasimple, que automatiza los procesos fiscales y contables desde el primer momento.